Es la perdida de conexión con nuestro mundo interior lo que ha creado un desequilibrio en nuestro mundo exterior
Nunca en la historia de la humanidad habíamos utilizado tanto la mente y nunca hasta ahora había habido tanta confusión en el planeta. Podría ser que cada vez que pensamos una solución a un problema, creamos dos problemas más? De que sirve pensar tanto si ya está demostrado que no conduce a una mayor felicidad? ¿Somos más felices, más realizados, más llenos después de tanto pensar? O quizás nos aisla y desconecta de una experiencia más significativa y profunda de la vida?
Necesitamos un cambio, nuestros corazones se han desconectado de la espiral de la vida, la ley del cambio. Mientras nuestras mentes pensantes nos conducen hacia la estabilidad, la seguridad y la pacificación de los sentidos. Con una fascinación morbosa, observamos asesinatos, violencia, tsunamis, guerras, enfermedades… Tratamos de ocupar nuestra mente llenándola de información con el teléfono, ordenador, televisión, … nos dejamos fascinar con estas nuevas formas de excitar y apaciguar nuestros sentidos…
Solo en los momentos de reflexión, nuestro corazón nos dirá que hay algo más en la vida que nuestra realidad actual, que vivimos en un mundo de espíritus hambrientos, siempre anhelando más y nunca satisfechos.
Hemos creado un sinfín de datos, información que solo hace que alimentar la mente, con un montón de problemas que solo existen porque la mente los ha creado… Los pensamientos han creado todo el lío en el que nos encontramos actualmente. Estamos fortaleciendo un músculo que quizás es del cual nos tenemos que deshacer para encontrar el bienestar. Entonces, cual es la alternativa al pensamiento, que otros mecanismos pueden utilizar los seres humanos para subsistir sin sufrir?
Mientras la cultura occidental en los últimos años se ha centrado en la exploración de lo físico mediante el uso del pensamiento y el análisis, otras culturas, como las orientas, han desarrollado técnicas igual de desarrolladas pero para explorar todo aquello que no se ve, el espacio interior. Es la perdida de conexión con nuestro mundo interior lo que ha creado un desequilibrio en nuestro mundo exterior. El famoso “Conócete a ti mismo” ha sido sustituido por las ansias de experimentar en el mundo de la forma. Responder la respuesta “quién soy” no responder lo que pone en tu tarjeta de presentación, como muchos creen, eso no es más que la identidad del ego que quiere encontrar una respuesta.
En el budismo, no eres el contenido de tu conciencia, no eres una colección de pensamientos e ideas, porque justo detrás de esos pensamientos está el observador, el testigo, tu verdadero yo. La verdad de lo que eres no necesita ninguna respuesta, porque todas las preguntas fueron creadas por la mente egóica. No eres tu mente. La verdad no nace en más respuesta, sino en menos preguntas. Una cosa es el significado de la vida y otra la experiencia de estar vivo. La única manera de alejarse del sufrimiento, es estar despierto, lo que en algunas religiones lo llama subir al cielo, el nirvana o lo que en yoga llamamos shamadi. Una mente en calma es todo lo que hace falta para comprender la corriente de la vida. Solo en esa quietud, las energía internas ayudarán a que tu conciencia despierte y desde ahí podrás apreciar tu sabiduría interna y la sabiduría de la naturaleza, fiel escritura de la fuente.
En los vedas nos hablan del maya como la ilusión, la percepción que tenemos del mundo debido a nuestros pensamientos y por lo tanto, no la realidad. Tus pensamientos te hacen experimentar el mundo a tu manera, pero tu mundo interior no tendría que estar supeditado a ellos. Nuestras nociones de este mundo físico creado por nuestra mente están siempre filtradas por nuestros sentidos y por lo tanto, siempre son incompletas. Los pensamientos son tan solo uno de nuestros 6 sentidos pero lo hemos llevado a tal extremo que nos identificamos como si solo fuéramos ese sentido. Es como explicarle aun pez el agua. El pez diría: ¿Agua? ¿ qué agua?
No es lo que el ojo puede ver sino mediante lo que el ojo puede ver. Toma conciencia de ello para ser Brahama y no lo que aquí la gente adora.
Las circunstancias no importan, solo mi estado de conciencia importa. Meditación en sánscrito significa estar libre de toda evaluación o comparación, juicio o pensamiento. La forma de superar el sufrimiento del reino físico, es aceptándolo por completo, sin resistirse contra lo que es creando expectativas o formas de cambiarlo. No prestarle mucha atención a los pensamientos para que se conviertan en parte tuya y no tu parte de eso. Como se puede estar en conciencia sin conflicto con el contenido, como puede uno vaciar la mente ¿ debe de haber un cambio radical en la conciencia, un cambio de la atención al mundo exterior al interior.
“Solamente desde el corazón podremos tocar el cielo” Rumi
Cuando el dolor viene, simplemente aceptas la realidad en lugar de anhelar otra realidad. Solo así abriéndonos de corazón al dolor podremos abrirnos a la fuente. El corazón tiene su propia inteligencia, tan obvia como la del celebro y solo desde allí llegaremos a la verdad. Los egipcios creían que el corazón y no el celebro, era la fuente de la sabiduría humana.
Parte de esta evolución a la realización personal es la experimentación de la percepción de la energía individual como la energía universal, la unión, el fundirse con la fuente.
Cuando aprendemos a transmutar el placer y el gozo, a conectar con las energías internas, a observar nuestro cambio interno es cuando conseguimos despertar nuestra conciencia para vivir despiertos alejados del dolor por circunstancias externas.
El cambio en la vida es constante y el sufrimiento aparece porque nos apegamos a una forma particular. Cuando te conectas con la parte tuya que observa el gozo aparece inevitable desde el corazón.
Atestiguar todo lo que es. Con el fin de abrir tu corazón desde adaptarte a los cambios. Para disfrutar de mundo aparentemente sólido hay que vivir en plenitud, amar por completo pero sabiendo que es transitorio. El gozo es la energía que responde a la calma y surge al vaciar la conciencia de su contenido. El contenido de esta sensación de gozo al vacía la mente es una nueva conciencia del corazón, una conciencia conectada a todo lo que es.
Namasté