Cuando somos pequeños nos sentimos poderosos, capaces de todo, imaginamos como seremos de mayores desde la ilusión y las ganas, pero con la madurez de la fuerza e ilusión van desapareciendo. No es una cuestión biológica, ni de la edad, es algo que nos vamos haciendo mentalmente en nuestro caminar por la vida, debilitándonos porque desconectamos de nosotros mismos con los años y las experiencias que nos toca vivir. Vamos acumulando miedos que nos alejan de nuestros sueños. Las heridas internas nos desconectan del ser esencial.
Nuestro cuerpo se divide en distintas dimensiones: física, mental, emocional y espiritual. Cuando priorizamos las partes más superficiales y olvidamos las más esenciales, nos identificamos con el Ego y olvidamos nuestra Alma. Nos educan para cuidar la imagen y la salud, pero no para cuidar la parte emocional y mental y mucho menos para escuchar nuestro interior desde la sinceridad.
Olvidamos quienes somos cuando no decimos lo que sentimos y deseamos sinceramente, cuando no tenemos en cuenta nuestra intuición y coherencia interna. Cada renuncia a nuestra verdad nos va separando de nuestro verdadero Ser.
Vivimos tan deprisa, tan distraídos, tan poco en el ahora que nuestra alma no tiene espacio en nuestra vida. Vivimos en una cultura en la que no están bien vistas las emociones negativas y en lugar de atenderlas para entender que nos quieren decir, las tapamos escapando de ellas. Creeos que es más fácil relegar al olvido sentimientos, sueños, ilusiones en lugar de escucharlas. Intentamos evitar el dolor construyendo máscaras de felicidad, fuerza o seguridad, pero nuestra propia mentira nos impide sentirnos felices y mantiene dentro el dolor por sanar.
“No dejes que tus heridas te conviertan en quien no eres”
Es fundamental aprender a cuidar nuestro ser interno, sanando las heridas acumuladas y patrones de pensamiento y reacción asociadas. Poner paz dentro de ti y fortalecer tu poder personal.
“ No corras, ve despacio, que donde tienes que ir es solamente a ti.”
Atendemos la demanda de una gran cantidad de personas que nos dicen cómo debemos dirigir nuestras vidas, hacer, pensar, sentir, trabajar, vestir, dejando en manos de nuestro ego y los demás la dirección de nuestra vida.
“Tememos encontrar algo dentro nuestro que no acepten los demás. Tenemos más miedo a la desaprobación externa que a la contradicción interna.”
Este modo de vivir y estar hacia fuera permanentemente, de renuncia a nosotros mismos, sin escuchar qué nos sucede, nos debilita. Tu poder personal es tu fuerza vital, la seguridad en ti mismo, la energía que te nutre, la capacidad de ser quién eres, que te da la fuerza de expresar tu autenticidad y crear tu propia vida.
El yoga, coaching y nutrición consciente son herramientas que nos ayudan a recuperar nuestro poder personal. Si te has sentido identificado y quieres recuperarlo, contáctame para más información y empezar con las sesiones.